viernes, 30 de marzo de 2012

Lo previsible

Antes de anunciar sus recortes Rajoy ya preveía de que le iban a costar una huelga general. Ayer, 29 de marzo, se produjo. Desde el partido del Gobierno y sus medios afines prepararon el terreno con argumentos como que no era el momento de la huelga, que el país lo que necesita el trabajar y que los sindicatos son malos, malos. Su análisis de la jornada de huelga era previsible: fracaso, normalidad y seguimiento únicamente por parte de liberados sindicales, amén de algún rojo, comunista, perroflauta o maleante más. Los editoriales y las columnas se publican hoy pero puede que alguna estuviese escrita hace una semana.
Los sindicatos hablaron de un seguimiento de más del 80%. Y puede que ésa tampoco fuese la realidad, ya que hubo sectores, como el comercio, que no hizo un parón brusco. Dicen que en el medio está la virtud y, aunque no sea así, igual en este caso, en el medio de las cifras sí puede hallarse la verdad.
La huelga no es un fin en sí misma y su éxito o fracaso no siempre puede medirse a las horas. La de junio de 2002 contra el Gobierno de mayoría absoluta de Aznar sirvió para hacerle revisar el texto del ‘Decretazo’ con los sindicatos tres meses después. Hoy, con un Gobierno más vendido que nunca a los intereses de la patronal y que, conjuntamente, apuestan decididamente por ir acabando paulatinamente con las organizaciones sindicales, ese panorama se antoja complicado pese a que una verdadera consulta y acuerdo con todos los agentes sociales podría ser lo más conveniente.
A pesar del poder que le da la mayoría absoluta, ésta no debe ser un cheque en blanco y el Gobierno no puede ponerse una venda en los ojos para evitar ver a esos cientos de miles de personas que ayer se echaron a las calles. Una cantidad, mayor o menor, pero significativa pese a la propaganda negativa que se ha infundido y pese al miedo y al conformismo reinante en una parte de la sociedad que da la sensación de que, y perdón por la vulgaridad, en vistas de que les van a joder, prefieren resignarse e ir bajándose los pantalones.
Rajoy, a pesar de su gran mayoría absoluta, nunca pudo superar a Zapatero en número de votos. Pero lo hizo en otras cosas. Si Zapatero tardó seis años en hacer lo contrario de lo que prometió, Rajoy tardó 20 días. De igual manera, ha sido el presidente que más rápido ha visto cómo le hacían una gran protesta en contra.
Como era previsible, las nuevas medidas de ajuste del Gobierno se iban a desvelar al fin de las elecciones andaluzas y asturianas. Esta mañana, un día después de las protestas en su contra y cuando se cumplían cien días de su llegada al poder, el Gobierno aprobaba el ajuste más grande de nuestra historia, subiendo más impuestos y con una amnistía fiscal que en su día tildaban de "antisocial" e "impresentable".
Mientras el Gobierno opte por escuchar más a Angela Merkel que a su pueblo y mientras opte por una salida de la crisis que sólo hace favorecer a las élites y empobrecer a las clases medias y bajas, tendrá, por miedo o conformismo, el beneplácito de muchos, pero de igual modo parece previsible que tendrá la respuesta severa de un importante sector poblacional del país. Si esta tónica sigue, y a ello apunta, rápido se preverán nuevas movilizaciones.

jueves, 29 de marzo de 2012

Cerrado por Huelga General


Batallas con inserción publicitaria
apoya la Huelga General del 29 de marzo 
y envía un mensaje de ánimo y agradecimiento a todos los manifestantes que están en la calle durante la jornada luchando por nuestros derechos.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Si decides no hacer huelga porque…

Mañana, jueves 29 de marzo, es la Huelga General y pese a que muchos encontramos argumentos varios para apoyarla, hay muchos otros, muy diversas gentes, conocidas y anónimas, que bien en comparecencias públicas, en los medios, en las redes sociales o puede que también en sus círculos, se manifiestan en contra. Sus razones son también varias, algunas poco repetidas y otras mucho.
Si estás leyendo esto, no quieres hacer huelga y usas alguno de esos argumentos, este post es para ti.
1) Si tú decides no hacer huelga porque no te gustan los sindicatos, debes saber que, al menos, tu argumento está muy de moda y es muy socorrido. Ahora ha cobrado mucha fuerza ahora gracias a políticos y prensa. A mí también me gusta bastante porque tiene muchas variantes, aunque no se sostiene mucho y es más un desvío de atención para evitar hablar de la Reforma en sí pero, a base de ser repetido, cala mucho en la gente (mírate a ti).
Igual dices que los sindicatos no se manifestaban cuando gobernaba Zapatero o puede que por las redes sociales los taches de ladrones y les acuses de querer seguir cobrando dinero público, aunque ni menciones el otro dinero público que va para los partidos, los bancos, la Iglesia o el dinero que perderán trabajadores.
Manifestarse en contra de la Reforma Laboral no es hacerlo a favor de los sindicatos, ni tampoco de los mayoritarios. De hecho, los sindicatos mayoritarios no fueron los primeros en convocar la Huelga para el 29 de marzo, sino que fueron otros sindicatos. También se han adherido diversos partidos políticos y 950 asociaciones sociales.

Si no te gustan los sindicatos y dices que no te representan, ¿te gusta y te identificas con la acomodada patronal que subsiste gracias a los favores de los sucesivos gobiernos? ¿O te gustan e identificas más con esos gobiernos que precarizan cada vez más el trabajo en por de las élites?
Los sindicatos no son el problema de los trabajadores pero sí el de los poderes económicos y pretenden acabar con ellos con esta reforma y con su propaganda.
2) Si decides no hacer huelga porque el país no está para huelgas y lo que hay que hacer es trabajar, diría que en efecto hay que trabajar. Y queremos hacerlo pero no podemos. Y, a partir de ahora, en óptimas condiciones, menos. Si es país no está para huelgas, lo está menos para reformas que, hasta quienes las crean, saben que no van a crear empleo. Y no está tampoco para soportar las injusticias que algunos pretenden sostener. Si la huelga es el único instrumento de lucha que de momento nos queda, el país tendrá que estar para ello.
3)
Si decides no hacer huelga porque no vale para nada, si se consigue algo, ¿te vas a apuntar al carro? En todo caso, la huelga es un instrumento legal y es de igual modo útil. Los derechos laborales a lo largo de la historia (jornadas laborales de 8 horas, un sueldo mínimo, las vacaciones, el pago por despido o el permiso por maternidad...) no se han ido consiguiendo por regalos o gestos de bondad, han sido derechos peleados. Esta Huelga no cambiará en un día la política del Gobierno radicalmente pero sí le puede hacer darse cuenta de que la gente no se va a callar ante sus imposiciones y sus futuras medidas más ahogadoras. Una huelga minoritaria les haría pensar que sí, que nos pueden dar otra vuelta de tuerca y apretar más. Lo contrario, igual se lo hace pensar como hace diez años.
4)
Si decides no hacer huelga porque también tienes libertad a no hacerla, puedes hacerlo, eres libre. Este argumento, en ocasiones, está vacío pero otras tiene sub razones. Quizá digas que no puedes permitirte perder un día de sueldo. Valóralo pero, no hacerlo, implica que estás de acuerdo con que, en caso de despido, estés a favor de recibir menos o de que tus condiciones laborales empeoren. A la larga parece menos rentable y hay derechos más caros que el sueldo de un día.
Luego, si eres de los que quiere ejercer esa libertad a no hacer huelga porque en tu empresa te echan, es algo que todos debemos lamentar. En ese caso no se puede hablar de libertad para no ir. En el momento en el que existe coacción del empresario, la libertad desaparece porque ésta se ejerce en igualdad y no con grandes desajustes de poder. La existencia de estos casos, que la reforma laboral va a incrementar, es un argumento para la colectividad y para sí apoyar la huelga. En 29M, Huelga General Sin Miedo hay un listado con empresas que coaccionan a sus empleados para que no secunden la Huelga. Denuncia anónimamente tu caso para que la gente que lo vea actúe en consecuencia con la empresa.
5)
Si decides no hacer huelga porque crees que no te afecta, a menos que tengas una situación económica privilegiada o una potentísima empresa (igual aquí hasta te beneficia), es difícil que no te afecte. Si eres funcionario te afecta (recortes de todo lo público, menos sueldo, más horas y lo que viene); si eres un pequeño empresario o autónomo, también (con menor salario y mayor inestabilidad laboral el consumo de las personas desciende); si estás en paro, desde luego (la reforma "no creará empleo", el nuevo empleo será más precario, trabajos comunitarios, posibilidad de perder la prestación por desempleo...) y si eres un trabajador corriente, por descontado que te afectará.
6)
Si decides no hacer huelga porque crees que el partido del Gobierno tiene legitimidad por tener mayoría absoluta recalcaría que, aunque controlen más de la mitad del Parlamento, eso no significa que les votase más de la mitad de la población, ni más de la mitad de los que decidieron ejercer su derecho a voto, ni más de la mitad de los que depositaron en las urnas un voto válido. La Ley Electoral reparte el pastel de una forma que no es proporcional a los votos y el PP no tendría mayoría con un reparto proporcional. Dicho esto, el Partido Popular ganó esas elecciones sin desvelar sus medidas ni planes y, llegada la hora de legislar, haciendo lo contrario de lo que dijeron, como a la hora de facilitar el despido. Parte de la legitimidad que dan las urnas, la han perdido.
En 2002, el PP de Aznar contaba con mayoría absoluta y, gracias a las movilizaciones y la Huelga General, no le quedó más remedio que modificar el texto del 'Decretazo'. Ahora es igual.
Aunque éstos me gustan, si estás plenamente convencido de no hacer huelga y quieres justificarte, también puedes usar otros argumentos más originales. E incluso otros mejores.

martes, 27 de marzo de 2012

Auténticamente Gallardón

A Alberto Ruiz Gallardón le gustan las mujeres “auténticamente mujeres”. A algunos estas palabras no les han gustado, probablemente, porque son un tanto etéreas y su significado es difuso. Sin duda, sonaban más tajantes los gustos de Aznar, que las prefiere “mujer, mujer”.
Gallardón era un centrista y un moderado. Incluso un moderno. Esta apariencia le hizo ganar recelos entre gentes del ala dura de su partido pero simpatías de muchos afiliados, votantes e incluso rivales políticos. Ahora, cuando ha conseguido escalar y llegar a un ministerio, ha adoptado otras maneras. Quizá ahora estemos viendo auténticamente a Gallardón.
El nuevo ministro de justicia insiste una vez más en justificar su reforma de la Ley del aborto con la violencia familiar. Sí, aquella “estructural”. El argumento está cogido con pinzas pero, si tan preocupado está el Gobierno con esta violencia, probablemente deban plantearse el hecho de reinstaurar el Ministerio de Igualdad, con sus leyes contra la discriminación o la violencia hacia las mujeres.
Gallardón, mientras aboga por la “libertad de la maternidad”, se cree en posición de mandar sobre el útero de todas las mujeres. En España, las mujeres nunca han sido más libres que ahora para decidir sobre su maternidad y, si en la mayor parte de Europa aplican la ley de plazos, ahora aquí queremos volver a la de los supuestos. Como hace años, quien tome la nada fácil decisión de abortar, lo seguirá haciendo, pero tendrá que ir al psicólogo y mentirle o, si se lo puede pagar, irse al extranjero.
En España se necesita apoyar la maternidad. Es totalmente cierto y debemos estar de acuerdo. Pero la manera no es poniendo restricciones a la interrupción voluntaria del embarazo. La manera es ayudar a las parejas jóvenes en el alquiler de una vivienda, guarderías públicas, endurecer sanciones a empresas por discriminar a las embarazadas o mejorar los permisos de maternidad y paternidad. Eso es lo que quieren las mujeres (incluso las “auténticamente mujeres” y las “mujeres, mujeres”). Las maneras son ésas y, a buen seguro, no son penalizar el aborto o limitar el permiso de lactancia y la jornada reducida en su Reforma Laboral.
A Gallardón no le importan las mujeres, le importa su carrera. Él se cuidó de ser moderado cuando quiso ascender y ahora ha cambiado de registro, virando a un discurso más conservador, porque le sigue interesando hacerlo. Quizá esté pensando en el primer cambio de Gobierno y en una vicepresidencia. Y quizá también en lo que vendrá detrás. Ahora es auténticamente Gallardón.

lunes, 26 de marzo de 2012

Amargas victorias, dulces derrotas

Tras las Elecciones generales anticipadas de 1996, todos presumían una debacle socialista. Finalmente, 300.000 votos, un puñado, le separaron de un nuevo triunfo. El Partido Popular había ganado por primera vez en la historia unas generales pero no hubo tal batacazo pese a la corrupción y el GAL y Alfonso Guerra tildó aquello de “dulce derrota”.
Ayer, en Andalucía, los socialistas volvieron a revivir aquello pero los resultados electorales les dejaron un mayor dulzor en el paladar. Por el contrario, en el bando del Partido Popular, a pesar de haber conseguido ganar por vez primera unas Elecciones andaluzas, se mascaba la decepción y sus caras eran más las de la derrota que las del partido ganador. Su victoria fue amarga, quizá indigesta. Saben que, al contrario de lo que sucedió con Aznar en 1996, la composición del Parlamento andaluz es otra y no van a gobernar.
Montoro y Arenas, no ocultan su decepción. Foto: El País.
Javier Arenas, el líder popular, entrará quizá en la historia por ser el primer líder de la derecha en ganar en Andalucía pero también lo hará por fracasar por cuarta vez en su intentona por ser presidente (1994, 1996 y, tras otros dos fallidos intentos de Teófila Martínez, en 2008 y ahora). En este último intento, cierto es que ha ganado pero no ha arrasado como esperaba él, su partido, las encuestas y los analistas. Todos fallaron. Y quizá por ello, a pesar de ser una victoria, ésta es la que mayor amargor deja en Arenas, ya que quizá era su última oportunidad de presidir la Junta. No será su retirada, quizá Rajoy le dé un Ministerio en su primera renovación del Gobierno pero, si eso sucede, llegará a Madrid con la impronta de derrotado y no con la de triunfador.
Se comenta que ayer en la sede andaluza del PP alguien se preguntaba retóricamente que a quién se le ocurría hacer unas reformas tan impopulares a tan poco tiempo de unas elecciones. Y pueden ser que las reformas hayan pesado porque, si bien es cierto que el descenso de votos del PSOE, desgastado por el lastre que arrastra desde las Autonómicas celebradas en toda España y por los ERE de Andalucía, ha sido grande, no es menos cierto que la pérdida de votos del PP en Andalucía en comparación con las Elecciones generales del pasado noviembre ha sido significativa y, de hecho, el propio Arenas ha obtenido menos número de votos que en 2008.
El otro gran triunfador es Izquierda Unida, quien parece ya dar por hecho que pactará con el PSOE para que gobierne Griñán. No puede ser de otro modo. En la coalición no tienen más que echar la vista atrás. En 1994 obtuvieron un gran respaldo pero su conocida “pinza” en muchas decisiones que tomó conjuntamente con el PP hizo que Chaves tuviera que convocar elecciones anticipadas dos años después. IU pagaría un caro castigo por aquello entonces y lo ha seguido pagando hasta estos comicios: es la primera vez que la formación aumenta sus representantes en el Parlamento andaluz desde la debacle del 96.
Izquierda Unida debe tratar de condicionar las políticas del PSOE pero no puede aspirar a que estas varíen de manera extrema.
Resultados electorales en Andalucía y Asturias. Fuente: Público.
En Asturias, el titular puede ser aplicable. Con los resultados actuales, el PSOE habría ganado las Elecciones pero no con la renta suficiente como para gobernar. Ya en los pasados comicios autonómicos de 2011, los socialistas ganaron en número de votos pero perdieron por un escaño frente al FAC, el partido de Cascos, por aquello de que Asturias, pese a ser una región muy pequeña, cuenta con tres circunscripciones.
Ahora Foro Asturias y PP suman 23 escaños (13+10), lo que suma la mayoría absoluta. Pese a que el Foro nació por un cabreo de Cascos con el Partido Popular y el pacto de ambos para gobernar concluyó en este circo, propiciando las elecciones anticipadas más rápidas de la historia, están de nuevo condenados a entenderse si sus intenciones son las de mantener el poder.
Pero, según el PSOE, los resultados no son definitivos. En la circunscripción occidental, la más grande, al parecer hay un escaño bailando que puede variar por el voto emigrante que se contabilizará en unos días. Esto le haría ganar a los socialistas su escaño 17 en detrimento del Foro Asturias. Según sus predicciones, necesitarían obtener en ese recuento una diferencia de 177 votos con respecto a la formación de Cascos. Hablamos de poca cantidad de votos pero esa diferencia sí se dio en 2011. Si lo que dicen es cierto, habrá que esperar y si se confirma el baile del escaño, habría un empare a 22 entre PSOE +IU e FAC+PP. El único representante de UPyD tendría la llave del futuro Gobierno del Principado. Y ahí no me atrevería a pronosticar lo que sucedería.
Pese a la mezcla de sabores en los paladares, este 25 de marzo deja un mejor sabor de boca en unos socialistas que, aunque dulcemente derrotados y amargamente ganadores, ven como han logrado cortar en parte la hemorragia que venían sufriendo desde mayo y ven como a su máximo rival político, el PP, sus políticas le empiezan a producir llagas y escozor.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Delincuentes de primera

Seis años de cárcel y un día acaba de ser condenado Jaume Matas por la Audiencia Provincial de Palma en la primera del puñado de causas que tiene por el caso Palma Arena.
¿Estará preocupado Matas? Seguramente algo sí pero no tanto como lo estaría cualquier ciudadano en su lugar. Él está seguro de que no irá a la cárcel y, si lo hace, ni será tratado como un preso corriente ni estará mucho tiempo allí. Matas es un delincuente de primera categoría, no por sus delitos, sino por el trato que le dispensarán.
Matas es el cuarto presidente autonómico de España condenado a prisión (pudo ser el quinto si la sentencia de Camps hubiera sido desfavorable). De los tres anteriores, ni José Marco ni Juan Hormaechea pasaron un día en prisión y Gabriel Urraburu lo hizo mucho menos de lo que debió a tenor de su sentencia. Matas puede estar tranquilo, ya sea porque lo digan finalmente los Tribunales, porque le acaben indultando o por lo que fuere, probablemente se libre, que para eso es un delincuente de primera.
Esto demuestra que, por mucho que el monarca se empeñe, no somos iguales ante la justicia ni siquiera después de que ésta nos haya condenado. Si para cualquiera que es condenado a más de cinco años, el Fiscal pide su ingreso en prisión provisional al juez, antes de que el caso llegue al Supremo, con Matas no ha sido así pese a ser condenado a un año más.
Jaume Matas no es la primera vez que regatea a la cárcel. Hace dos años se libró de manera sorprendente (o no) pagando la fianza jamás impuesta a un político (3 millones de euros). Para asumir el pago, logró la concesión de un crédito para el que el ex presidente balear puso como fianza su famoso palacete, tasado por Hacienda en unos 2’4 millones pero que, según él, sólo costó 950.000 euros. Es que Matas con los números hace cosas sorprendentes, igual que te multiplica el presupuesto de un velódromo, te regatea hasta la extremaunción el precio de un palacete hasta que le sale tirado. Contradicciones de la vida.
Esos 3 millones de euros se los prestó el intervenido Banco de Valencia, un filial de Bancaja, la caja cuyo máximo mandatario es el ex presidente popular de la Generalitat, Luis Olivas. Desde el principio, el valor del palacete no llegaba para cubrir ese dinero y jamás lo hará. Matas dejó de pagar el crédito y, pese a que el palacete ha ido a manos del banco, se subastará a un valor inferior de lo tasado y no se recuperará el dinero prestado. Ningún ciudadano corriente español recibiría jamás, ni por asomo, un trato así de un banco pero todo ciudadano español, indirectamente, ha pagado una parte de la fianza de Matas.
Quizá todo lo anterior a cualquiera le enerve pero él puede estar tranquilo, porque hasta para robar siempre ha habido clases y él es un delincuente de primera.