“La justicia es igual para todos”, acaba de decir el rey Juan Carlos de Borbón ante los ojos de todo español que haya querido plantarse delante de su televisor a contemplar el discurso anual. Y parecía que lo decía en serio, que se lo creía. Pero para mí que ni al propio monarca se le escapa que eso es rotundamente falso. La justicia no es igual para todos. No lo es, por su puesto, de facto pero tampoco lo es en la teoría. Y es que el artículo 56.3 señala al rey como una persona “inviolable” y “no sujeta a responsabilidad”. El Rey no es tonto y seguro que siempre lee antes lo que firma. Apostaría a que lo hizo con la Carta Magna y estaba al corriente de esto a pesar de lo que dijo.
Esa transparencia que debemos exigir, la que ya se les exige a los representantes políticos, no viene motivada en alimentar el cotilleo generalizado, es una herramienta que trata de impedir corruptelas.
La justicia no es igual para todos. Precisamente por ello, el Rey y la infanta Cristina, cuanto menos, hoy no están acusados de haber encubierto el delito de Iñaki Urdangarín, sobradamente y desde hace años conocido por su parte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario