Tras las Elecciones generales anticipadas de 1996, todos presumían una debacle socialista. Finalmente, 300.000 votos, un puñado, le separaron de un nuevo triunfo. El Partido Popular había ganado por primera vez en la historia unas generales pero no hubo tal batacazo pese a la corrupción y el GAL y Alfonso Guerra tildó aquello de “dulce derrota”.
Ayer, en Andalucía, los socialistas volvieron a revivir aquello pero los resultados electorales les dejaron un mayor dulzor en el paladar. Por el contrario, en el bando del Partido Popular, a pesar de haber conseguido ganar por vez primera unas Elecciones andaluzas, se mascaba la decepción y sus caras eran más las de la derrota que las del partido ganador. Su victoria fue amarga, quizá indigesta. Saben que, al contrario de lo que sucedió con Aznar en 1996, la composición del Parlamento andaluz es otra y no van a gobernar.
Montoro y Arenas, no ocultan su decepción. Foto: El País. |
Se comenta que ayer en la sede andaluza del PP alguien se preguntaba retóricamente que a quién se le ocurría hacer unas reformas tan impopulares a tan poco tiempo de unas elecciones. Y pueden ser que las reformas hayan pesado porque, si bien es cierto que el descenso de votos del PSOE, desgastado por el lastre que arrastra desde las Autonómicas celebradas en toda España y por los ERE de Andalucía, ha sido grande, no es menos cierto que la pérdida de votos del PP en Andalucía en comparación con las Elecciones generales del pasado noviembre ha sido significativa y, de hecho, el propio Arenas ha obtenido menos número de votos que en 2008.
El otro gran triunfador es Izquierda Unida, quien parece ya dar por hecho que pactará con el PSOE para que gobierne Griñán. No puede ser de otro modo. En la coalición no tienen más que echar la vista atrás. En 1994 obtuvieron un gran respaldo pero su conocida “pinza” en muchas decisiones que tomó conjuntamente con el PP hizo que Chaves tuviera que convocar elecciones anticipadas dos años después. IU pagaría un caro castigo por aquello entonces y lo ha seguido pagando hasta estos comicios: es la primera vez que la formación aumenta sus representantes en el Parlamento andaluz desde la debacle del 96.
Izquierda Unida debe tratar de condicionar las políticas del PSOE pero no puede aspirar a que estas varíen de manera extrema.
Resultados electorales en Andalucía y Asturias. Fuente: Público. |
Ahora Foro Asturias y PP suman 23 escaños (13+10), lo que suma la mayoría absoluta. Pese a que el Foro nació por un cabreo de Cascos con el Partido Popular y el pacto de ambos para gobernar concluyó en este circo, propiciando las elecciones anticipadas más rápidas de la historia, están de nuevo condenados a entenderse si sus intenciones son las de mantener el poder.
Pero, según el PSOE, los resultados no son definitivos. En la circunscripción occidental, la más grande, al parecer hay un escaño bailando que puede variar por el voto emigrante que se contabilizará en unos días. Esto le haría ganar a los socialistas su escaño 17 en detrimento del Foro Asturias. Según sus predicciones, necesitarían obtener en ese recuento una diferencia de 177 votos con respecto a la formación de Cascos. Hablamos de poca cantidad de votos pero esa diferencia sí se dio en 2011. Si lo que dicen es cierto, habrá que esperar y si se confirma el baile del escaño, habría un empare a 22 entre PSOE +IU e FAC+PP. El único representante de UPyD tendría la llave del futuro Gobierno del Principado. Y ahí no me atrevería a pronosticar lo que sucedería.
Pese a la mezcla de sabores en los paladares, este 25 de marzo deja un mejor sabor de boca en unos socialistas que, aunque dulcemente derrotados y amargamente ganadores, ven como han logrado cortar en parte la hemorragia que venían sufriendo desde mayo y ven como a su máximo rival político, el PP, sus políticas le empiezan a producir llagas y escozor.
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