domingo, 19 de junio de 2011

El 15-M ante el 19-J

El Movimiento de Democracia Real Ya se enfrenta durante la jornada de hoy ante uno de sus retos más complicados desde que emergiera hace poco más de un mes.
Hasta la fecha, el Movimiento 15-M ha ido, en ocasiones, sin saber muy bien qué hacer y sin saber expresamente contra qué luchar. Pero ha ido. Conformándose como un grupo heterogéneo que luchaba contra varias de las injustas directrices del sistema pero siempre pacíficamente, suscitó la empatía de muchos. En la última semana, la Spanish Revolution sí que ha ido. Pero a la deriva. Se abandonaron las acampadas, en una decisión necesaria, y se iniciaron actos descontrolados que han traído consigo ciertas dosis de violencia. Violencia innecesaria y reprochable que tuvo su mayor expresión el día 15 ante el Parlamento de Cataluña. Incitados o no por terceros o pese a ser una minoría, la responsabilidad de la totalidad del grupo es clara. No se puede convocar una concentración, protesta o manifestación como la de hoy y eludir responsabilidades ante lo ocurrido. Es imposible controlar a todos pero es lo que se debe intentar y se debe exigir.
Cabeza de una de las manifestaciones de Madrid el 19-J.
Lo acontecido en Cataluña fue una maniobra muy torpe por parte de los ‘Indignados’. Es paradójico estar reclamando una democracia mejor a la vez que se atenta contra los pilares básicos de la misma. Y si las pasadas resistencias pacíficas ante los palos y desalojos hicieron más fuerte al Movimiento, su acción violenta no ha hecho más que debilitarles. En el Parlament iban a dar comienzo los recortes anunciados por el presidente Artur Mas, respaldado por su partido y por un PP que decidió inhibirse. A nadie le importó. Los medios eclipsaron por completo los fines. Y, de igual modo, las agresiones sólo hicieron beneficiar a una clase política que encontró la excusa perfecta para, ahora sí y con razones de verdad en mano, criminalizar al Movimiento.
En este 19-J, ante las manifestaciones convocadas en toda España, el movimiento 15-M tiene la oportunidad de lavar su imagen y volver a la senda de lo que fue: un movimiento pacífico que pelea por dotar a la ciudadanía de unas condiciones y derechos legítimos que se nos arrebatan desde las altas esferas. A partir de entonces, se le podrá exigir que aclare más sus posturas o que elija un claro método de acción. Pero nunca se le debería exigir a esta Spanish Revolution que actúe pacíficamente porque es algo que debiera ser inherente al Movimiento y debería darse per se.

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