Todos los días aparecen en todos los periódicos cantidad de módulos e incluso de informaciones textuales por las que los medios cobran. Y, o bien aparecen claramente diferenciados, o bien les acompaña una leyenda con el término 'publicidad'. Pero cuando ese medio cobra dinero por emitir una publicidad encubierta como si fuese una noticia propia, entonces podemos decir que el medio se ha vendido. Que ha vendido su mancheta y ha vendido a sus lectores, quienes, aún pudiendo ser conscientes de la línea editorial de esa publicación, no consentirían que en sus contenidos primase más la cantidad económica percibida por ese medio que la veracidad de los hechos publicados.
Hace una semana, aún coleaba la resaca electoral. Hoy, aún tenemos gobiernos por definir y denuncias ante las juntas electorales correspondientes que tramitar. Una de ellas es la del Partido Regionalista de Cantabria (liderado por Miguel Ángel Revilla y que gobernaba cantabria en coalición con el Partido Socialista).
El PRC hizo un desembolso tremendamente alto de cara a las pasadas elecciones del 22 de mayo. De hecho, según informaciones a las que ha podido acceder este blog (siempre quise utilizar esta curiosa fórmula periodística), el partido de Revilla pagó la cantidad de 300.000 euros al diario Alerta (editado en Cantabria) para que llevase a cabo la campaña electoral del partido, cosa que incluía anuncios publicitarios y colocación directa de informaciones elaboradas por el gabinete de prensa del PRC. Este dato, hace cuestionarse cuántos miles de euros más pagó el Partido Popular en Cantabria (dos años en la oposición y ansioso por lograr la mayoría absoluta) al mismo diario. Y es que el trato de favor recibido por el partido de Ignacio Diego en Alerta ha sido tan evidente como informativamente desproporcionado, hasta tal punto que la visita del presidente del gobierno, Zapatero, a Santander, era relegada a un segundo plano y para hablar en términos peyorativos de su partido.
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| Portada del diario Alerta en la jornada de reflexión. |
La portada del sábado 21 acabó suponiendo un ejemplo de infamia periodística. Una primera página estéticamente inusual y convertida en un editorial a cuatro columnas encabezado por el titular "Cantabria necesita otro presidente", que en ocho de sus párrafos encabezaban otras tantas letras rojas y destacadas en tamaño y tipografía que formaban la frase "REVILLA NO". Una petición de voto descarada hacia un candidato que se producía, para más inri, el día de la jornada de reflexión.
"Muchos de los que en el pasado le apoyaban han dejado de hacerlo y lo han hecho por su falta de seriedad, su nulo compromiso, su tendencia a mentir sin ningún pudor, su falta de rigor a la hora de cumplir los contratos verbales que adquiría, su total falta de respeto al señorío cántabro, su nula capacidad de trabajo como Presidente y finalmente su conversión en ‘actor cómico’ de la farándula. La reflexión de hoy, por tanto, es clara: volver a elegir de presidente a Revilla o apostar por Nacho Diego". Con párrafos con éste en la jornada de reflexión, la portada del día de la jornada electoral ya fue casi una minucia, pese a que se manejaba en los mismos términos. Su titular: "499.313 cántabros tienen hoy el cambio en sus manos".
Ni las informaciones de El Diario Montañés ni de El Mundo Cantabria, cuyas líneas editoriales concuerdan con la derecha, supusieron un trato de favor tan grande como el del Alerta para Nacho Diego y el Partido Popular, que acabaron logrando la mayoría absoluta por un escaño.
La denuncia del Partido Regionalista de Cantabria a la junta electoral ya ha sido trasladada al juzgado de instrucción nº1. A falta de saber si prospera, sí parece evidente que el diario Alerta vulneró la ley electoral en la jornada de reflexión pero que algo antes ya se había vendido a sí mismo poniendo precio a su propia cabecera.
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