sábado, 12 de marzo de 2011

Tragedia en Japón con escala en Haití

1.700 muertos y subiendo. Un desastre natural y un panorama tan espectaculares como caóticos. Como consuelo queda que Japón es un país preparado en este sentido (el terremoto apenas ha tenido consecuencias; sí el tsunami) y que, con mayor o menor brevedad, saldrá adelante. Pero, ¿y si esto pasa en un país subdesarrollado? En Haití, por ejemplo. Precisamente ellos lo sufrieron hace poco más de un año. Y hoy, con el paso del tiempo, están aún peor. En su día, al menos ocuparon cuatro portadas, hicieron gastar tinta y ello hizo aflorar nuestras sensibilidad y solidaridad momentáneas. Ahora han caído en el olvido de la prensa y casi del mundo sin haber apenas levantado cabeza.
Preocupémonos y ayudemos a Japón, lo necesitan. Pero no olvidemos a Haití. Ellos lo necesitan más.
Y ahora me centro exclusivamente en el archipiélago nipón y en el estado de alarma nuclear. Del mismo modo que ha explotado la central de Fukushima, algunos también lo han hecho: -"¿No era segura la energía nuclear?".
De momento, y que así sea, no estamos ante un nuevo Chernóbil pero esto evidencia que estamos expuestos a un peligro real.
La energía nuclear es cara (a pesar del apaño de cifras de promotores y protectores) y peligrosa (nadie está exento de una catástrofe natural o de un acto terrorista).
En cualquier caso y aún con esto, no tardaremos en escuchar a nuestros políticos conservadores, a nuestro Ministro de Industria, a sus medios afines, a los neocon o a los mercenarios del lobby eléctrico que hay que construir más centrales.
Las energías renovables son limpias, inocuas y, en caso de catástrofe natural, pueden continuar con el suministro. En cualquier caso, yo soy un ignorante que desconoce las soluciones pero que, en cambio, conoce los problemas. Y tengo claro que las generaciones venideras no son culpables de que las actuales queramos vivir por encima de nuestras necesidades y aprovechemos mal las fuerzas naturales.

1 comentario:

  1. No olvidarnos de Haití y no olvidarnos de Gadafi, a quien le ha venido muy bien esto del tsunami.

    Los TrendicTopic del Twitter ya se han olvidado de él y los medios de comunicación relegan sus informaciones a un segundo plano.

    Si no fuera por que los desastres naturales son eso, naturales, juraría que fuera una jugarreta para que nos olvidásemos de que se está saliendo con la suya. Está ganando terreno a los opositores y el resto de países temen si fue buena idea criticarle tanto. Después de todo, hasta que no colmó la gota, todo era perfecto y el comercio con Libia fluía como la seda.

    P.C.(Por Cierto), Marcos, hazte Twitter!!

    ;)

    ResponderEliminar