Estamos de suerte. Hoy hay otra buena noticia (otra más) para los trabajadores (quien tenga la fortuna de serlo). Aunque había tiranteces, sindicatos y patronal han llegado a un acuerdo sobre la reforma laboral. Los resultados son que el salario de los empleados se relacionará con la marcha de la empresa y habrá una moderación de los mismos durante los tres próximos años. Y aunque nos están pidiendo contención, yo no he podido contener la alegría que inundaba mi ser al conocer la fantástica noticia.
En síntesis, los sindicatos y la CEOE han fijado la subida salarial para este 2012 en un 0,5% y en un 0,6% en 2013 y 2014. El Índice de Precios al Consumo que marca el Banco Central Europeo es del 2%, aunque el IPC general español puede llegar al 3% en esos años. Ahora hagan cuentas para saber cuál va a ser la pérdida de poder adquisitivo de la clase trabajadora en este tiempo.
Sonar, suena regular. Pero debemos estar muy contentos porque nos dicen, otra vez, que con ello no va a haber más despidos y que, ahora ya sí, se va a generar más empleo. Y todo ello, a falta de la reforma laboral gubernamental. Todo alegrías.
Con cada nueva medida se avanza hacia la precarización del empleo y la eliminación de derechos laborales logrados hace décadas, se evidencia que en esta crisis se continúa sangrando a los de siempre mientras unos pocos disfrutan de sus privilegios de forma obscena y se sigue dejando el Estado Social a merced de los mercados. Pero ahora demos botes de júbilo porque nos dicen que, con esto, ya comenzamos a ver la luz al final del túnel. No contengan su alegría, la contención es sólo salarial.
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